La importancia del estado emocional en la enfermedad de Parkinson

Desde otro ángulo

Post nº 156

De nuevo con vosotros.

Este post es emocional, esporádico y una mezcla de sensaciones, algunas buenas y otras no tan buenas.  Hace pocos días tuve la oportunidad de compartir una sesión de videoconferencia en la que varios especialistas del hospital de Sant Pau de Barcelona nos hablaron de Parkinson y de los síntomas no motores (SNM) de la enfermedad.

Comentaron que los estudios informan de que, en promedio, cada paciente tiene o sufre a lo largo de su enfermedad de 8 a 13 SNM.  En los extremos, algunos pacientes informaron haber experimentado más de 30 SNM simultáneamente y, por el contrario, solo un pequeño porcentaje de pacientes (alrededor de un 2,5%) están completamente libres de SNM.

Y otra vez salió a relucir el desconocimiento de este tipo de síntomas por parte de los propios pacientes y de médicos no especialistas en trastornos del movimiento.  Una proporción considerable de SNM no es reconocida por los médicos ni mencionada espontáneamente por los pacientes (pasan desapercibidos hasta que se investigan sistemáticamente).

Hay múltiples listas de estos síntomas en diversos documentos y publicaciones. Hoy me voy a referir a un documento emitido por el Observatorio PARKINSON, creado por la Federación Española de Parkinson como uno de sus objetivos estratégicos en el marco de la innovación social y el apoyo a la investigación.  En el documento emitido por el Observatorio se describen como aquellos en los que se hace referencia a aquellos trastornos que no afectan directamente a la motricidad:

  1. Trastornos autonómicos (estreñimiento, salivación, hipotensión, incontinencia, disfunción eréctil, sudoración, trastornos sexuales, trastornos de la deglución, etc.).
  2. Trastornos neuropsiquiátricos y cognitivos (alucinaciones, ilusiones, ideación delirante, demencia, dificultad para la concentración, para ejecutar tareas cognitivas complejas o realizar varios quehaceres a la vez, etc.).
  3. Trastornos sensoriales (alteraciones visuales, disfunción olfatoria, alteraciones del gusto, hipoacusia y otros trastornos auditivos, así como dolor y síntomas sensitivos asociados).
  4. Trastornos afectivos, emotivos y volitivos (depresión, apatía, ansiedad, trastornos sexuales, etc.).
  5. Trastornos del sueño (alteraciones del sueño en fase REM, insomnio, somnolencia diurna excesiva, etc.).
  6. Trastornos de otros órganos fuera del sistema nervioso central (osteoporosis, dolor de espalda, problemas respiratorios etc.)

Saco a relucir este tema otra vez en este blog porque me parece necesario seguir difundiéndolo y reiterar su importancia en tanto en cuanto este tipo de síntomas son igual o más limitantes que los que afectan directamente a la motricidad.  Y en mi opinión lo que es fundamental es que el paciente y su núcleo de relación más cercano (familia o personas que conviven) tengan presente su existencia y aún más, su relación (en ambas direcciones) con los síntomas que afectan a la motricidad.

Últimamente, durante las últimas tres o cuatro semanas, me encuentro bastante mal debido a los efectos que me están produciendo los trastornos del movimiento y la rigidez muscular.   Estoy refiriéndome a síntomas motores, cada dosis de medicación me produce los efectos esperados pero duran aproximadamente una hora menos y cuando éstos desaparecen (se conoce como «wearing off») la dificultad para moverme aparece de forma contundente, de golpe y en la práctica totalidad de las ocasiones va acompañada de una rigidez muscular desconocida hasta ahora, que produce dolor intenso en la espalda, abdomen y sobre todo en la zona lumbar.

Y entonces viene cuando uno en lenguaje coloquial “se raya” porque el asunto da miedo, miedo de verdad. Lo «novedoso» es la intensidad del dolor y de la rigidez y la brusquedad de su aparición.  Mi mente se pone en marcha automáticamente, se dispara y empieza a revisar posibles escenarios:

Lo principal es lograr calmarse, relajarse y para ello intento aplicar técnicas relacionadas con la atención plena en mi respiración.   Algunas veces ha funcionado pero lo más común ha sido notar como en cada respiración sentía un dolor intenso en la caja torácica al hincharse y deshincharse.

Cuando con los ejercicios más directos no funciona, empiezo a recordar las técnicas que Francesc (mi psicólogo) me ha enseñado durante años.  Hacer memoria y buscar experiencias iguales o muy similares para recordar que esto ya me ha ocurrido otras veces y que no ha tenido nunca (hasta hoy) consecuencias graves.  Aquí me he dado cuenta de que tengo que volver a visitarle para recordar estas técnicas….

Un tercer bloque incluiría el auto análisis “médico” de estos Offs tan contundentes acompañados de rigidez con dolor intenso.  Me refiero a pensar si es posible que mi cuerpo esté incubando algún resfriado, o alguna infección de garganta, gastrointestinal, una gripe o el Covid19.   Sin fiebre y sin cuadro de problemas gastrointestinales se hace difícil poder concluir sin dejar pasar tres o cuatro días más y ver si hay algo de base que acentúa la severidad del síntoma comentado. Otra posibilidad es que haya aparecido inflamación al haber dejado la dieta tan estricta que he seguido durante varios meses….

Y por último quizás lo más importante y difícil, establecer si tiene relación con algún síntoma de los que no afectan al sistema motor cuya lista de los más relevantes he comentado al inicio de este post.

En este último punto es donde me detengo.  La pandemia nos afecta hace más de un año y creo que nos está haciendo más daño que el que pensaba hace un mes o dos meses.  El otro día escuchaba la radio y decían que todo el mundo ha sentido miedo en alguna ocasión y que una de cada tres personas ha llorado durante este año tan largo.  Los pacientes que tenemos enfermedades crónicas y degenerativas y aún incurables sentimos miedo (cada uno con una frecuencia e intensidad distinta) conforme pasa el tiempo y si a ello le unimos el riesgo latente y constante de poder infectarse, pues transitamos en un ambiente que propicia claramente algunos de los síntomas no motrices como podrían ser la apatía, la tristeza, la ansiedad e incluso la depresión.  

El paso del tiempo también nos desgasta, por sí mismo (agravando más o menos lentamente según cada uno) igual que la duración de esta situación de incertidumbre que provoca la amenaza constante de la pandemia.

Efectivamente, cuando me sobreviene un Off repentino y en pocos segundos una rigidez brutal con un dolor más fuerte que moderado tengo que ser capaz de pensar en si hay razones en las últimas horas o días que me hayan producido un estrés anormal y que puedan explicar esta situación y si no encuentro ninguna explicación entonces me toca ser capaz de autoconvencerme en ese mismo instante de que ese Off rígido y con dolor es accidental y consecuencia de no haber descansado bien, de haber comido mal o de quién sabe qué.  Y tengo que pensar eso para que la situación no me provoque un estrés que justamente retroalimente esta situación provocándome mayores probabilidades de que el próximo Off sea igual o peor.

Si va antes el huevo o la gallina, no lo sé, pero sí que cada vez tengo más claro que lo emocional afecta de forma determinante a la evolución de esta maldita enfermedad, a su severidad y como ya me habéis oído decir muchas veces, estoy convencido de que puede acelerar su desarrollo y manifestación.

Actitud positiva, equilibrio mental, fijarse como objetivo estar y hacer lo que nos aísle más y mejor de lo que nos genere preocupación, estrés. Hoy un buen amigo me decía que por intentarlo que no quede (este blog, tres libros, podcast, canciones, caminatas, pintura,..).

Con 54 años y 7 diagnosticado se me ha ocurrido solicitar un seguro de vida a una empresa solvente y de reconocido prestigio.  Aporto los correspondientes informes médicos y en uno de ellos se dice que se percibe un agravamiento de mi salud que recomienda intervención quirúrgica.  La empresa aseguradora no me concede el seguro de vida porque percibe un riesgo relevante y me dicen que la palabra «agravamiento» en un informe aportado es la clave.   Pues sí, una enfermedad degenerativa implica un agravamiento, mas lento o más rápido, dependiendo de la clínica de cada uno y de mil cosas más.  En un primer momento me quedo igual, pero horas después me invade una cierta tristeza, rabia e indignación; moriremos con Parkinson, pero no de Parkinson, pues entonces ¿? Esta claro que estoy sesgado.

Finalizo este post con mucha actitud positiva pensando en que mejor no pensar en nada porque poco o nada arreglaremos, pensando en sustancias que nos ayuden a no pensar (ya se prescriben en determinadas ocasiones) y que al final, podremos decidir, al amparo de la reciente aprobación de una Ley muy difícil y controvertida pero muy necesaria (eutanasia), no sin antes luchar a tope y disfrutar todo lo que podamos y más !!!. 

No me olvido de uno de mis amigos y compañeros de viaje, Victor, quien por cariño y respeto me puso un mensaje privado y no en el post, un poco enfadado por el post número 155 (“el 155”……) en el que según su parecer describo las cosas bañándolas de un color de rosa gratuito y me acuerdo de otro gran amigo, Juan Antonio, al que por culpa de esa rigidez tan intensa no le pude ni devolver la llamada el día que me llamó para invitarme a un desayuno.

Hasta pronto

ROMPIENDO MITOS (PARKINSON)

Post nº 155

De nuevo con vosotros,

Esta vez con un post único y muy especial. 

Falta un mes para que llegue un nuevo 11 de abril, día internacional de la enfermedad de Parkinson, y con ello se celebren conferencias, entrevistas, eventos para actualizar las novedades que puedan existir con relación a medicación, tratamientos, nuevas líneas de investigación y, sobre todo, para difundir a la mayor escala posible la realidad de una enfermedad muy desconocida para nuestra sociedad.

Parkinson no es temblor, andar encorvado y solo propio de ser anciano. Es mucho más complejo y devastador y necesitamos que se conozca para que se nos comprenda mejor y para sentir que no caminamos solos. Mitos y estereotipos que no nos ayudan sino que más bien nos aíslan. La realidad en dos o tres datos:  1 de cada 5 diagnósticos se realizan a personas con menos de 50 años, y de éstos, la mitad tienen menos de 40 años y un 30% de los casos ni tiemblan ni temblarán nunca.

Se desconocen el 90% de los casi 50 síntomas (motores y no motores) de esta enfermedad. A modo meramente ilustrativo a continuación os describo algunos de los síntomas no motores porque quizás son menos conocidos que los motores: hiper salivación, disfagia, nauseas, estreñimiento, incontinencia urinaria, incontinencia fecal, pérdidas de memoria, pérdida de interés y apatía, problemas de concentración, dolor (inexplicado), alucinaciones, tristeza, depresión, ansiedad, disfunción sexual, mareo, excesiva somnolencia diurna, insomnio y trastornos del sueño, pesadillas, incapacidad de alcanzar el sueño profundo, piernas inquietas, visión doble, exceso de sudoración, pérdida de olfato, deterioro cognitivo, cambios en el peso, etc

Parkinson joven, enfermos de Parkinson de inicio temprano (EPIT), una realidad muy difícil de aceptar, nadie nos prepara para esto, para un hecho disruptivo que nos rompe la vida, nuestros proyectos vitales, nuestras ilusiones………..

De forma espontánea un grupo de pacientes de inicio temprano (PARKIMON) hemos decidido montar este video donde cada participante ha escogido uno de los potenciales síntomas y se ha filmado a si mismo, para ilustrar esa realidad aún muy desconocida, indicándose la edad de cada uno en el momento en el que le fue comunicado el diagnóstico.

A cada paciente le pueden afectar más unos síntomas que otros (algunos síntomas pueden no presentarse nunca), y pueden ir variando en el tiempo y con evolución de la enfermedad. Cada paciente es único, diferente y por tanto, no puede extrapolarse ni inferirse ninguna posibilidad.

Este vídeo no pretende ser ningún listado exhaustivo de todos los síntomas posibles del Parkinson, solamente intentamos mostrar cómo nos afecta de primera mano para de esta manera sensibilizar a la sociedad, dar visibilidad a la enfermedad de Parkinson de inicio temprano y romper algunos mitos.

Gracias Jordi (https://parkimon.wordpress.com/author/parkinsinblog/ )por tu ayuda y por tu ingenio, gracias a todos los compañeros de viaje estéis o no en esta iniciativa, gracias por estar, ayudar y animar, gracias por vuestras lecciones de vida y, en definitiva, gracias a todos y cada uno de vosotros por estar ahí.

COMPARTE / PLEASE, SHARE

Más información sobre el grupo Parkimon en la página web https://parkimon.wordpress.com

Hasta pronto

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There is a month to go until a new April 11th, international day of Parkinson’s disease , arrives, and with it conferences, interviews, events to update the news that may exist in relation to medication, treatments, new lines of research and, above all, to spread the reality of a disease very unknown to our society on the largest possible scale .

Parkinson’s is not tremor and just typical of being an old man. It is much more complex and devastating and we need it to be known so that we are better understood and to feel that we are not walking alone. Myths and stereotypes that do not help us but rather isolate us. The reality in two or three data: 1 in 5 diagnoses are made to people under 50 years of age, and of these, half are under 40 years old and 30% of cases neither tremble nor will ever tremble.

90% of the almost 50 symptoms (motor and non-motor) of this disease are unknown. By way of illustration, below I describe some of the non-motor symptoms because they are perhaps less well known than the motor ones: hyper salivation, dysphagia, nausea, constipation, urinary incontinence, fecal incontinence, memory loss, loss of interest and apathy, problems with concentration, pain (unexplained), hallucinations, sadness, depression, anxiety, sexual dysfunction, dizziness, excessive daytime sleepiness, insomnia and sleep disturbances, nightmares, inability to achieve deep sleep, restless legs, double vision, excessive sweating, loss smell, cognitive impairment, changes in weight, etc.

Young Parkinson’s, early-onset Parkinson’s disease (EPIT), a reality that is very difficult to accept, no one prepares us for this, for a disruptive event that breaks our lives, our vital projects, our illusions ………..

Spontaneously, a group of early-onset patients have decided to mount this video where each participant has chosen one of the potential symptoms and has filmed himself, to illustrate that The reality is still very unknown, indicating the age of each one at the time the diagnosis was communicated.

Each patient may be affected by some symptoms more than others (some symptoms may never appear), and may vary over time and with the evolution of the disease. Each patient is unique, different, and therefore no possibility can be extrapolated or inferred.

This video does not pretend to be an exhaustive list of all the possible symptoms of Parkinson’s, we only try to show how it affects us first-hand in order to raise awareness in society, give visibility early-onset Parkinson’s disease and busting some myths.

Thanks Jordi ( https://parkimon.wordpress.com/author/parkinsinblog/ ) for your help and for your ingenuity, thanks to all your fellow travelers or not in this initiative, thanks for being there, helping and encouraging, thanks for your life lessons and, in short, thanks to each and every one of you for being there.

See you soon

Actitud positiva contra la apatía generada por el Parkinson

Post nº154

De nuevo con vosotros.

Han hecho falta casi 5 años escribiendo en este blog y más de 150 artículos para compartir con vosotros que hay momentos y ahora es uno de ellos en que me siento un paciente mediocre.

Mediocre (me gusta más “chusquero”) indica algo o alguien que no presenta la calidad ni el valor que considera mínimamente aceptable para su entorno. La palabra mediocre proviene del latín mediocris que significa “medio” o “común”.

Quizás es una reacción ante la desesperación, la frustración o la rabia de no saber hacer aquello que realmente contribuya a mejorar la calidad de vida de todas las familias y amigos cercanos a las personas jóvenes, no tan jóvenes y seniors que tenemos la desgracia de sufrir esta enfermedad.

Probablemente me siento de esta forma como consecuencia de que estoy funcionando en “modo” apatía, es decir, un estado emocional en el que te da igual todo y no tienes ganas de nada, incluso a ratos ni de estar con otras personas.  Diréis, este vuelve a estar flojo, y quizás tengáis razón, subidas y bajadas, desmotivación y euforia, doctor Jeckyll y Mr. Hyde y otras combinaciones de antónimos que podrían ejemplificar lo complicado que es convivir con estos estados emocionales tan contradictorios, sobre todo para los que viven con nosotros y afortunadamente no están enfermos.

Cuando tocamos el tema de moverse, hacer, organizar, liderar, surge la cruda realidad que nos impone esta enfermedad en el sentido que unos ratos sí (y casi otros también aunque menos) nos limita para movernos, para prestar atención y concentrarnos durante un espacio corto de tiempo y para bastantes actividades cotidianas más.   En momentos normales o momentos de subida nos fijamos metas, retos, objetivos que luego en momentos semi normales, de bajada o de suelo, se convierten en montañas y a veces en ocho miles……

En mi opinión (y solo es eso, una opinión personal) no vale aquello de decir que es por culpa de otros, que nuestros dirigentes son ineptos o no lo suficientemente brillantes como para organizarse y priorizar mejor, y mejor significa lo mejor para el colectivo, para el pueblo que representan.  Cada uno de nosotros debemos ser perseverantes en empujar fuerte para que esto se solucione más pronto.

Hay que revolverse y pegarle un grito descomunal a la apatía y mandarla bien lejos.  Reponerse, resetearse, actuar, positivizar, en una palabra, hay que actuar.

No me vale seguir diciendo que no es una enfermedad sino un síndrome o un conjunto de enfermedades muy complejas que hacen muy difícil acertar en encontrar unos biomarcadores objetivos que al menos permitan su detección temprana, que hacen difícil acertar en los caminos que realmente nos llevaran a encontrar la curación.  Es aquello de que el cerebro es muy complicado y los tratamientos /intervenciones son muy caras para el sistema.  Los que aún tenemos las facultades mentales razonablemente bien hemos de mover ficha y lograr llegar dónde debe llegarse y argumentar en forma de petición nuestras necesidades más acuciantes.

Ahora viene (el 11 de abril) el día mundial del Parkinson y es “el día” del año en que los medios de comunicación nos hacen un poquito de caso, pero siempre dependiendo de la importancia del resto de las noticias del día.   Necesitamos el apoyo de nuestros neurólogos y de nuestros médicos de atención primaria para que el altavoz de nuestras necesidades llegue mucho más lejos, para que lleguemos a ser escuchados por los que deciden el reparto de cromos del momento, las consignaciones presupuestarias, las prioridades del momento.  

Con ayuda de compañeros que también fueron diagnosticados a una edad temprana y con quienes comparto algo más que un chat seguiremos luchando para que nos hagan caso, para que los medios nos ayuden como altavoces sensacionales a difundir más y mejor la realidad de una enfermedad que se conoce muy poco por parte de toda nuestra sociedad.  

Porque se trata de difundir a la sociedad para que mejoremos nuestro grado de integración (con una mejor comprensión de los casi 50 síntomas de la enfermedad, eliminado o al menos reduciendo estigmas, etc) y para establecer unos objetivos concretos para discutirlos con nuestros dirigentes políticos y económicos y esto último pensando en grande y levantando el foco, con el objetivo claro de que nuestro Gobierno destine mayores recursos para una investigación más rápida y eficaz (abriendo nuevos caminos si ello es necesario).   Un video especial, entrevistas, acciones con otros países, definir y realizar cualquier acción cuyo resultado sea una mayor sensibilización y entendimiento de la enfermedad por parte de nuestra sociedad. 

Aparte de mis compañeros más cercanos, de vez en cuando también tengo la oportunidad de hablar con otros pacientes brillantes, que se han sobrepuesto a la apatía y otros síntomas y que se han organizado y se han movido y se están moviendo para conseguir cumplir unos objetivos exigentes.

Ayer volví a hablar con R.Dorsey (uno de los autores del best seller “Ending Parkinson’s Disease”), en este caso un doctor y profesor brillante y le expliqué mis sensaciones, le expliqué que me gustaría hacer un post que actualizara dónde está en este momento el pipeline, en qué estadio se encuentra la investigación, qué porcentaje se dedica a investigar soluciones para mejorar nuestra calidad de vida y qué porcentaje se dedica a investigar “la solución”, la curación.

No dudó ni un segundo y me dijo lo mismo que mis compañeros me habían dicho la semana pasada, no te preocupes por esto que, si descubren cualquier medicación nueva, seremos los primeros en saberlo, y acto seguido el doctor me dijo que ya tienen una “hoja de ruta” (y que obviamente, puede haber otras) para trabajar coordinados con el objetivo único de encontrar la curación y erradicar esta enfermedad.

Una hoja de ruta….una hoja positiva, que manda la apatía muy lejos y que nos “llega”, nos “toca” y nos “mueve”.

  • Prohibir pesticidas y plaguicidas perjudiciales para nuestra salud
  • Prohibir el disolvente TCE (trichloroethylene), un líquido incoloro usado como solvente para limpiar metales.
  • Acelerar la limpieza de terrenos contaminados
  • Utilizar filtros para el agua que consumimos
  • Proteger a todos los trabajadores que están en contacto con pesticidas, evitando o minimizando su exposición a productos neurológicamente tóxicos.
  • Comida saludable. Dieta mediterránea.
  • Minimizar el consumo de alimentos que hayan podido estar expuestos a pesticidas.
  • Hacer ejercicio físico recurrente y controlado.
  • Evitar toda actividad que suponga riesgos de traumatismo craneal.
  • Reivindicar y conseguir mayores recursos de la Seguridad Social para que nos cubran tratamientos necesarios, pero hasta ahora no cubiertos (fisioterapia, rehabilitación, logopedia, etc)
  • Se prevé que esta enfermedad se convierta en una pandemia.  Lograr que la industria farmacéutica recapacite y vuelva a invertir y aumente el volumen invertido.
  • Ayudar económicamente a nuestras Asociaciones. Ahora mismo lo están pasando muy mal (económica y financieramente hablando).  Las necesitamos y nos necesitan.
  • Ser fuertes, organizarnos y lograr que se nos escuche.
  • Motivar e incentivar para que tengamos más especialistas y formar a la primaria y a otros especialistas (trauma, digestivo, otorrino, psiquiatras etc) para evitar o disminuir el infra diagnóstico.
  • Asegurar y mejorar el acceso de todos los pacientes a un especialista.
  • Implantar gradualmente la telemedicina y herramientas similares
  • Facilitar una tecnología que ayude a mejorar la calidad de vida
  • Agilizar el acceso a nuevos sustitutos de la dopamina
  • Participar en estudios y proyectos de investigación
  • Estudiar un número mayor de personas diagnosticadas a una edad temprana (pacientes jóvenes) y a personas que se identifique que tienen un riesgo alto de contraer la enfermedad (ej, agricultores en contacto frecuente con determinados pesticidas o plaguicidas)
  • La lista está abierta…..

Apatía ¿?  Es muy común (y limitante) entre nosotros. De la misma forma es un estado emocional importante del que generalmente (no siempre) podremos salir con una adecuada planificación y, sobre todo, con mucha determinación, convicción y actitud POSITIVA.

Siempre mirando hacia adelante !!

Hasta pronto